¿El narcisista es un vanidoso, un egoísta, un engreído? ¿Adora su cuerpo? ¿Se ama a sí mismo y disfruta de ese amor a tal punto que puede prescindir de los demás? A través de una relectura desprejuiciada de las distintas versiones del mito de Narciso, Florencia Abadi cuestiona la interpretación más habitual –la que impuso Freud–, y propone una reinterpretación original en la que Narciso, lejos de amarse a sí mismo, se sacrifica a sí, revelando cómo las implicancias éticas e incluso clínicas del mito se extienden mucho más allá que su fuerza literaria.
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El sacrificio de Narciso
Una relectura del mito de Narciso para derribar los mitos sobre el narcisismo
¿El narcisista es un vanidoso, un egoísta, un engreído? ¿Adora su cuerpo? ¿Se ama a sí mismo y disfruta de ese amor a tal punto que puede prescindir de los demás? A través de una relectura desprejuiciada de las distintas versiones del mito de Narciso, Florencia Abadi cuestiona la interpretación más habitual –la que impuso Freud–, y propone una reinterpretación original en la que Narciso, lejos de amarse a sí mismo, se sacrifica a sí, revelando cómo las implicancias éticas e incluso clínicas del mito se extienden mucho más allá que su fuerza literaria.
Tabla de contenido
1. Qué es un mito
21 min
Antes de abordar el mito de Narciso en particular, es necesario recordar lo que es un mito. Los mitos son relatos que revelan ocultando y que admiten distintas versiones. El mito de Narciso, admite sobre todo dos: la de Ovidio, del siglo I de nuestra era, y la de Calderón de la Barca, del siglo XII. Y la de Ovidio, al ocultar o al eliminar la enemistad entre Narciso y Eros, preparó el terreno para la interpretación habitual del mito, la freudiana, en la que Narciso se ama a sí mismo. Por eso, para revisar esta interpretación, lo primero es recordar la versión de Ovidio y luego examinar la versión alternativa de Calderón.
2. El mito de Narciso según Ovidio
19 min
En la versión de Ovidio, Narciso es hijo de la ninfa Liríope y del río Cefiso, rechaza a muchos pretendientes, entre ellos Aminias y Eco, y muere ahogado al querer atrapar su imagen para finalmente transformarse en un lirio. De estos datos, podemos extraer dos pistas: que Narciso no se ama a sí mismo, sino que persigue a una imagen que no es él –Narciso no sabe que la imagen es su reflejo–; y que finalmente Narciso se funde con la madre –el lirio, la flor que le da a Liríope su nombre–. ¿Pero a dónde conducen estas pistas?
3. El mito de Narciso según Calderón
18 min
A pesar del rol de la imagen y de la madre, la versión de Ovidio oculta más de lo que revela. En particular, al silenciar la relación de Narciso con Eros, no queda tan claro cuál es la relación de Narciso con el amor, con el deseo. Esto es lo que cambia en la versión de Calderón, en la que resulta evidente que Narciso, encerrado desde su infancia en una cueva por su madre, no puede desarrollar la pasión erótica por excelencia, la curiosidad, y con ella, su deseo. Así, la versión de Calderón permite acercarnos de un paso más a la verdad del narcisismo: incapacitado para amar, es poco probable que Narciso se ame a sí mismo. ¿Qué pretende entonces al querer abrazar su imagen?
4. El otro, el deseo y el cuerpo sacrificado
11 min
La imagen de Narciso no es Narciso. La imagen de Narciso representa su ideal. Y por ese ideal, Narciso sacrifica nada más y nada menos que su cuerpo: se tira al agua y muere. Esta interpretación del mito permite cuestionar muchos lugares comunes asociados a él: el narcisista, lejos de adorar a su cuerpo, puede ir hasta lastimarlo seriamente; el narcisista no es un engreído sino que es víctima de buscar la perfección; y en el camino, no experimenta el inmenso placer que creemos que su imagen y su cuerpo le procuran sino que vive frustrado tratando de alcanzar esa perfección que por definición siempre se le escapa.
5. La herida narcisista
9 min
Lejos de disfrutar de un amor propio que le permitiría prescindir de los demás, Narciso, al igual que Eco cuando él la rechaza, sufre por nunca poder alcanzar el ideal de sí al que aspira. Lo que llamamos la “herida narcisista” no es otra cosa que eso: la caída en la realidad, el duro recordatorio de que la realidad es imperfecta y de que el amor es mucho más amigo de la imperfección que de los ideales.
6. Narciso y Eros
18 min
Podrá parecer, al término de esta reinterpretación del mito, que el narcisismo sólo está hecho de dolor y frustración, que sólo conduce al sacrificio y que por lo tanto es un mal que hay que evitar. Sin embargo, algo de narcisismo es necesario, en la medida que los ideales también nos ayudan a constituirnos como lo que somos, en la medida que los sacrificios también son inevitables para crecer. Lejos de ser un rasgo o una patología excepcional, el narcisismo es una estructura universal que plantea más bien el desafío de cómo regularla, cómo dosificarla, de manera a no quedar atrapados dentro de nosotros mismos ni sometidos a un deseo ajeno.
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