¿Qué diferencia hay entre las historias de duendes o vampiros y el ser humano llegando a la luna? ¿Qué distingue a las fantasías que ya se volvieron realidad de las que parecen irrealizables? ¿Qué relaciones mantienen la fantasía y la realidad? A través de un estudio minucioso sobre las funciones de la fantasía en las distintas esferas de nuestra vida, Azul Katz muestra cómo las fantasías, lejos de oponerse a la realidad, no sólo a veces pueden volverse reales sino que muchas veces, sin que lo sepamos, forman parte de eso mismo que llamamos realidad.
La imaginación
Una reflexión sobre la realidad de las fantasías que descubre el carácter fantástico de toda realidad.
¿Qué diferencia hay entre las historias de duendes o vampiros y el ser humano llegando a la luna? ¿Qué distingue a las fantasías que ya se volvieron realidad de las que parecen irrealizables? ¿Qué relaciones mantienen la fantasía y la realidad? A través de un estudio minucioso sobre las funciones de la fantasía en las distintas esferas de nuestra vida, Azul Katz muestra cómo las fantasías, lejos de oponerse a la realidad, no sólo a veces pueden volverse reales sino que muchas veces, sin que lo sepamos, forman parte de eso mismo que llamamos realidad.
Tabla de contenido
1. Introducción. ¿Ninguna fantasía puede volverse realidad?
6 min
Desde los mitos griegos hasta nuestras películas de aventuras, las fantasías parecen mantener una relación de oposición con la realidad. Sin embargo, a veces las fantasías se cumplen: un día el ser humano fue capaz de volar y, en cada oportunidad, un jugador de todos los que participan gana la lotería. ¿Qué distingue unas fantasías de otras? ¿Cómo pensar la frontera entre la fantasía y la realidad? Azul Katz propone responder estas preguntas a través de un examen de las funciones de la fantasía, que nos conduce desde las fantasías más evidentes de los chicos y de las historias maravillosas hasta los ámbitos en los que, en principio, diríamos que la fantasía no juega ningún rol. Analizando el conocimiento de uno mismo, de los otros, el desarrollo de la ciencia o la mera percepción cotidiana, descubrimos cómo los vínculos entre la fantasía y la realidad son mucho más ricos de lo que creemos.
2. Fantasía vs. realidad: la infancia y el arte
21 min
El primer paso para responder a la pregunta por la relación entre la fantasía y la realidad consiste en entender qué son una y otra, de qué están hechas. La realidad es el terreno del hábito, de la costumbre. Gracias al hábito, proyectamos el pasado hacia el futuro, elaboramos las predicciones y leyes que en condiciones ordinarias se cumplen, y que la dan a la realidad toda su estabilidad, su solidez y continuidad. Las fantasías, en cambio, escapan al hábito, y por eso sus campos predilectos son la infancia y las ficciones: en la infancia, todavía no hubo tiempo suficiente para incorporar los hábitos, y en las ficciones hacemos un pacto implícito de poner a estos hábitos en suspenso. Sin embargo, incluso en estas dos esferas las relaciones entre la fantasía y la realidad son más complejas de lo que creemos, porque las fantasías se nutren de la realidad e influyen sobre ella.
3. La fantasía y uno mismo
17 min
Si descomponemos sus elementos, incluso en las fantasías más extravagantes encontramos componentes de la realidad (más no sean las figuras y los colores), y la fantasía ejerce sus efectos mucho más allá de la infancia, como prueban la publicidad o la propaganda política, por ejemplo. Sin embargo, la fantasía no sólo se nutre de la realidad o tiene efectos sobre ella, sino que, más profundamente, configura la realidad, o al menos la nuestra realidad, en la medida que proporciona una ayuda fundamental ya sea para recrear situaciones que hubiéramos querido vivir de otra manera, para evaluar distintas posibilidades en la toma de decisiones, o para imaginar distintos futuros y así orientar nuestro presente.
4. La fantasía en la relación con los otros
12 min
Fundamental para el conocimiento y para la construcción de uno mismo, la fantasía no es menos importante para el conocimiento de los otros. Nunca voy a poder realmente percibir, sentir o pensar lo que percibe, siente o piensa otro, pero gracias a la fantasía puedo ponerme en el lugar del otro. La fantasía se encuentra en la base de lo que llamamos la empatía y, gracias a ella, podemos trascender los límites de la subjetividad, tanto a nivel individual como a nivel colectivo. En efecto, además de permitirnos ponernos en el lugar del otro, la fantasía funciona también como un puente hacia las culturas ajenas, hacia las culturas del pasado y también hacia las del futuro.
5. La fantasía en la ciencia
17 min
En principio, ningún ámbito podrá resultar más ajeno a la fantasía que el de la ciencia, es decir, que el conjunto de saberes y técnicas gracias al cual conocemos y manipulamos la realidad. La colaboración entre la fantasía y la ciencia parece agotarse en la ciencia ficción, que más ficción que ciencia. Pero si en las películas de extraterrestres o de viajes en el tiempo las teorías científicas sirven para inspirar al arte, lo contrario no es menos cierto, dado que muchos descubrimientos e invenciones, desde el submarino hasta el celular, fueron inspirados por historias ficticias. Y en realidad, hay que decir mucho más, porque el rol de la fantasía en la ciencia excede ampliamente el de la mera inspiración. Clave para la construcción de hipótesis, para su confirmación y para la aplicación de los resultados, más bien hay que decir que la ciencia, tal como la conocemos, sería impracticable sin la fantasía.
6. La fantasía como parte de la realidad
12 min
Por más innegable que sea el aporte de la fantasía para la ciencia, esta función de la fantasía es relativamente local y se restringe a un ámbito muy específico de nuestra existencia. La fantasía, sin embargo, desempeña funciones ininterrumpidas y cruciales en nuestra existencia cotidiana. Gracias a ella, contamos con la certeza de que detrás de la pared que veo existe otro cuarto, o asignamos a ciertas sensaciones objetos que las exceden, como una campana al mero sonido lejano que percibimos cuando alguien la golpea. La fantasía es garante de algo tan elemental como la percepción, y por esta misma razón, cuenta tanto con la posibilidad de compensarla como de descompensarla, como sucede en los casos de las alucinaciones o delirios. La pregunta por si las fantasías pueden volverse realidad, revista así una dimensión práctica, clínica incluso, que conduce a evaluar cuándo y cuánto deben hacerlo.
7. Conclusión. Realidad, fantasía y existencia
5 min
Las fantasías no solo pueden volverse realidad sino que forman parte de la realidad de maneras muy diversas, ya sea asistiendo a la percepción, ya sea inspirando los descubrimientos que sirven para construir nuestra realidad. Y aun como fantasías que no forman parte de lo que llamamos el mundo real gozan de cierta realidad. Así, el examen de las relaciones entre la fantasía y la realidad conduce a problematizar el límite que separa a la una de la otra, volviendo ese límite más flexible y, sobre todo, obligando a establecer una diferencia entre la realidad y la existencia.